¿Qué ha sido lo más hermoso que alguien te ha dicho?… Tómate un momento para pensar la pregunta anterior y después responde a las siguientes preguntas… ¿Cómo ves a la otra persona?… ¿Cómo te sientes?… Puede que haya sido solamente una frase, pero una frase que lo cambió todo por un momento, o tal vez incluso para toda la vida. El poder del lenguaje y las palabras que utilizamos, tienen un capacidad increíble para afectar a nuestras emociones y a nuestra percepción del mundo que nos rodea.
Cuando alguien nos dice algo hermoso, puede hacernos sentir amados, valorados y apreciados. Puede elevar nuestro estado de ánimo, hacernos sentir felices y hacernos sonreír. Incluso puede cambiar nuestra perspectiva de la vida y hacernos ver las cosas de manera diferente.
Las palabras también pueden tener un efecto duradero. Alguien que nos dice algo que nos inspira y nos motiva, puede afectar a la forma en que pensamos y actuamos durante mucho tiempo después de haber hablado con nosotros. Una simple palabra amable o un cumplido puede cambiar la vida de alguien para siempre y marcar una diferencia duradera.
Tenía un amigo cuando tenia veinte años, cuya gran pasión eran las artes marciales y la competición. Su objetivo tras finalizar los estudios universitarios era trasladarse a Tailandia para entrenar Muay Thai o boxeo tailandés durante un año y volverse a casa para continuar compitiendo. Sin embargo, después de solo dos meses de planificarlo todo, sufrió una lesión grave. A pesar de las advertencias médicas, continuó practicando, lo que empeoró su condición y finalmente le obligó a someterse a una operación. En la recuperación las palabras del médico fueron que su carrera como luchador había llegado a su fin.
Durante los siguientes ocho meses, se sentía de una manera miserable y amargada, pasando gran parte de su tiempo en un bar. Perdió su sentido del humor, lo cual fue una experiencia extraña ya que era muy alegre, y comenzó a aislarse socialmente. En un momento dado, se dio cuenta de que si seguía por ese camino, terminaría viviendo así indefinidamente. Al visualizar ese futuro, se dio cuenta de que no lo quería, que eso le aterraba. Fue entonces cuando decidió cambiar su actitud y su historia. Pero antes de poder cambiar la forma en que se sentía acerca con la vida, necesitaba comprender mejor el proceso.
Ser consciente del poder del lenguaje puede tener un impacto significativo y positivo en la calidad y en la profundidad de tu vida y de tus relaciones.
ABRACADABRA
Cuando digo ABRACADABRA, ¿en qué piensas instantáneamente?…. Seguramente que en magia.
Hace varios años, mientras cenaba con unos amigos, uno de ellos me preguntó sobre el significado de “abracadabra”. Yo respondí rápidamente “magia”, pero él me corrigió diciendo que el origen de esta palabra venia en realidad del arameo. Me contó la verdadera historia: “El arameo, es el idioma en el que se escribió el Antiguo Testamento original y uno de los dos idiomas que hablaba Jesús. ‘Abracadabra’ significa ‘con mi palabra creo’ o ‘con mi palabra influyo’. La gente solía usar un colgante con el triángulo de ‘abracadabra’ alrededor del cuello como recordatorio del poder de las palabras habladas, debido al respeto que tenían por esta enseñanza sagrada”. Me quedé sin palabras al escuchar esto.
Tener una buena actitud
¿Alguna vez te han aconsejado el “tener una actitud positiva” o “tratar de ser más positivo”?… A menudo, estas son instrucciones profundas y detalladas que recibimos para desarrollar nuestra mentalidad y carácter. Sin embargo, hay mucho más que todo eso.
Las palabras que utilizamos para comunicarnos con los demás y las que nos decimos a nosotros mismos, son fundamentales para moldear nuestra percepción de la realidad y construir nuestra propia narrativa personal. Las palabras que hablamos y pensamos pueden tener un impacto significativo en el cómo experimentamos la vida y en el cómo nos relacionamos con el mundo que nos rodea. Este es el poder del lenguaje.
Una vez una amiga mía me comento que tenia muchos problemas con su imagen corporal. Durante nuestra conversación, analizamos muchos de sus patrones de lenguaje en los que ella estaba sumida y descubrimos un evento clave al que le llamamos “la semilla de la historia“.
Durante unas Navidades, su familia se reunía para celebrar y compartir regalos. Al abrir uno de sus regalos (una camiseta), la joven la sostuvo para que todos pudieran verla. Sin embargo, inmediatamente estalló la risa entre todos, especialmente por parte de su tía malintencionada, quien le había hecho el regalo. En la parte delantera de la camiseta había un gato regordete de dibujos animados con las palabras “No estoy gordo, solo tengo huesos grandes” al lado de su cabeza. Desanimada, dejó caer la camiseta y salió corriendo de la habitación llorando.
Esas palabras, “No estoy gordo, solo tengo huesos grandes”, quedaron grabadas en su mente. Con el tiempo, esas palabras se convirtieron en la historia que le daño su vida y finalmente su realidad. Así es como funcionó el poder del lenguaje.
Palabras: “No soy gordo, solo tengo huesos grandes”.
Pensamiento: “Odio mi cuerpo. Necesito hacer aún más ejercicio. Nada realmente funciona para mí. Tal vez haya alguna dieta que pueda probar. Pero qué pasa si eso tampoco funciona. ¿Por qué otras chicas lo tienen mucho más fácil?… Odio mi cuerpo.”
Realidad: Problemas de imagen corporal / Trastornos alimentarios
De palabras a historias. De historias a realidades.
La elección de las palabras y lenguaje de conflicto
Durante la última década, he observado a personas de diversos orígenes sociales y económicos, y he escuchado sus historias y su forma de hablar. He podido notar patrones comunes que subrayan el gran poder del lenguaje. Estos patrones incluyen la forma en que cuentan sus historias, la elección de sus palabras y el idioma que utilizan.
Mientras más me enfocaba en lo que decían, línea por línea, más conexiones podía hacer. Era capaz de anticipar cómo la persona describiría lo que sucedió antes de que lo hiciera. Aquí hay algunos ejemplos:
“No me gusta sentirme como un fracaso todo el tiempo.”
“Siento que ella me está impidiendo hacer lo que realmente quiero hacer.”
“Tal vez debería esforzarme más en el trabajo.”
A este tipo de lenguaje se le conoce como lenguaje de conflicto: un patrón de lenguaje que sin saberlo, sabotea nuestros objetivos, daña nuestras relaciones y nos hace sufrir innecesariamente.
Lenguaje de conflicto, Arquitectónico y Traducciones
Para manejar el Lenguaje de conflicto y las historias de conflicto, podemos comenzar identificando las palabras clave que lo conforman y hacer ajustes mediante lo que llamamos “Traducciones”.
Por ejemplo, en ciertas frases como “No quiero sentirme siempre como un fracaso“, podemos reemplazar el “no” por un “sí” y enfocarnos en lo que queremos en lugar de lo que no queremos. De esta manera, podemos convertir la frase en “Sí quiero sentirme seguro y exitoso“. Es cambiar la misma idea de una manera negativa a positiva. Esta traducción puede parecer simple, pero puede tener un gran impacto en nuestro bienestar psicológico y emocional al aprovechar el poder del lenguaje.
En el caso de “Tal vez podría esforzarme un poco más en el trabajo“, podemos eliminar las palabras que sugieren duda o indecisión como “quizás“, “podría” y “algunos“, y optar por una declaración más sólida: “Puedo esforzarme más en el trabajo“. De esta manera, podemos pasar de la deliberación, a la decisión y la acción.
Lo contrario de Lenguaje de conflicto es el Lenguaje arquitectónico que ayuda a las personas a concentrarse mas en objetivos y resultados positivos. Les recuerda que tienen el control de las experiencia en la vida y les ayuda a estar más seguros y confiados en el proceso de la toma de decisiones. Esta es una forma de uso positiva del poder del lenguaje .
Si dedicamos una cantidad mínima de nuestro tiempo a concentrarnos en las palabras que usamos habitualmente para quejarnos, culpar y eludir ciertos problemas, podremos captar el lenguaje del conflicto. Este es un estudio fascinante. También es probable que encontremos algunas frases o palabras del lenguaje de conflicto en nuestro vocabulario. Vamos a realizar un ejercicio donde poder experimentar todo esto.
Ejercicio adicional: “Debería desintoxicarse”
El “Debería” es una palabra muy interesante. Es famosa por la capacidad que tiene esta palabra para crear un modo de presión y de culpa.
Paso 1 – Elegir la frase
Elije una frase simple que exprese lo que te gustaría hacer en tu vida diaria. Algo por lo que fácilmente podríamos sentirnos culpables o estresarnos de alguna manera. Por ejemplo podría ser meditar, hacer ejercicio, cambiar nuestra dieta o tomar clases de canto… Para este ejemplo, usaremos la meditación, “Debería meditar más”.
“Debería meditar más”…. Haz una pausa y obsérvala …. ¿Cómo te siente al decir eso?…. Hazte una nota mental.
Paso 2 – Reemplaza la palabra “debería” con “podría”.
“Podría meditar más”. — Siente la frase como si la pensaras y repítela. La mayoría de las personas levantamos las cejas y asentimos un poco con la cabeza con la palabra “podría”.
Paso 3 – Reemplaza el “podría” con “puedo”.
“Puedo meditar más”. — Con esta palabra ya damos un salto importante en la actitud y la energía. Inyectamos en nosotros ganas de hacerlo.
Paso 4 – Reemplaza el “puedo” con “emocionado”.
“Estoy emocionado de meditar más”. — A estas alturas, la mayoría de las personas están sonriendo y pensando en cuándo pueden participar en una sesión de meditación.
Paso 5 – Y finalmente agregamos un “porque” al final de la oración por las razones y un impulso de motivación adicional para aprovechar realmente el poder del lenguaje.
“Estoy emocionada de meditar más porque cuando lo hago estoy mucho más relajada y concentrada”.
Ahora es tu turno. Lo principal es que te diviertas con todo esto.
Debería ____________________ más. Pausa y observa
Podría ____________________ más. Pausa y observa
Puedo ____________________ más. Pausa y observa
Estoy emocionado de ____________________ más. Pausa y observa
Estoy emocionado de ____________________ más porque _____________(motivo)_____________. Pausa y observa
Este es un gran ejercicio para realizar y aprovechar el poder del lenguaje y observar como pasamos de la desgana y el arrepentimiento, al entusiasmo y la acción. Es un gran ejercicio para demostrar los efectos imaginativos, emocionales y fisiológicos del poder que el lenguaje tiene sobre todos nosotros. Del “Debería” al “podría”. Del “podría” al “puedo”. “Puedo” al “emocionado”. Y luego agregamos un “porque”. Ejercicio sencillo y eficaz.
Esto es solo el comienzo
Esto que hemos visto nos da una ventaja en nuestra vida a través del poder del lenguaje. Una ventaja sobre los pensamientos aparentemente triviales que pueden, y generalmente los convertimos en grandes problemas. Muhammad Ali tiene una gran cita sobre esto: “No es la montaña que escalamos lo que nos desgasta. Es la piedra en nuestro zapato”.
Estas piedras en nuestros zapatos están hechas de Lenguaje de Conflicto. Innumerables palabras de “no“, “no puedo” y “no tengo“, constantemente renunciando a nuestro poder culpando a los demás y por nuestra indecisión. Esto normalmente nos causa dolor para nosotros, para nuestros seres queridos y para el mundo que nos rodea.
¿Estas listo para mejorar la confianza en ti mismo, tu lenguaje y tu vida?